Revisión del paradigma freudiano de la sexualidad. El vacío mental y la edición.
Jaime Lutenberg
Podemos considerar que el polimorfismo sexual como fenómeno clínico vigente en la vida de alguno de los analizandos no siempre está vinculado a perturbaciones primarias y exclusivas de la vida psicosexual, sino que pueden estar relacionados con rupturas simbióticas que buscan en los vínculos sexuales
una compensación que yugule el terror subyacente. Ello no anula la cualidad que para muchos pacientes tiene el polimorfismo sexual como tal o como perversión primaria.
En el trabajo se exponen las relaciones entre la sexualidad perturbada y el vacío mental, para llamar la atención con respecto al hecho de que ante determinadas conductas sexuales humanas perturbadas muchas veces la ansiedad subyacente no es la angustia de castración sino el terror.
Cuando se está con los pacientes en la sesión psicoanalítica, pensar que debajo de una conducta sexual perturbada subyace la angustia de castración es muy distinto de inferir que una conducta sexual perturbada es una defensa contra el terror sin nombre (Bion).
La repetición bajo la lógica del principio de placer, como el cumpleaños, indica algo que ya ocurrió. La repetición más allá del principio de placer, intenta un nacimiento mental.
La orfandad mental estructurada en su vacío mental constituye el núcleo del problema a resolver. En estos casos, debajo del silencio hay vacío. Cuando se lo encuentra debe procederse a la edición en el análisis.
La edición se construye a través de una gramática especial que se configura con la combinación de varios elementos: asociaciones verbales, sueños, asociaciones libres corporales, acting out, contratransferencia.